Urban Domus cuida cada detalle de los edificios que proyecta. La ubicación, el emplazamiento, el diseño arquitectónico y de interiores, la forma y calidad de los acabados, el equipamiento…
Todo es tenido en cuenta desde el momento cero, y desarrollado en un proyecto ejecutivo que siempre cuenta con los mejores estudios de arquitectura de dentro y fuera del país.
Los proyectos de Urban buscan darle más rentabilidad al inversor, más cercanía a los centros neurálgicos de la ciudad, más ventajas y facilidad de pagos, así como más servicios y confort a las personas que habitan sus espacios. Y Hassler no es la excepción.
Ubicación, funcionalidad y diseño
Ubicado en una zona de Villa Morra muy próxima a varios centros corporativos, de eventos y comerciales, este proyecto fue pensado para que sus departamentos respondan a un sistema de renta temporal. De ahí que las unidades sean de 1 y 2 dormitorios y que el edificio esté equipado con amenities (piscina en la terraza, gimnasio climatizado, área de ejercicios funcionales y demokitchen) en los que hay un trabajo de diseño cuidado, no solo en el mobiliario fijo sino en los acabados y la decoración. Un diálogo armónico cuyo objetivo es, según la Arq. Mónica Castellanos del Estudio PRO Arquitectos a cargo del diseño de Hassler, “que las personas vivan y disfruten de esos espacios”.
En Hassler, la racionalidad de los espacios y de su fachada conversa con el diseño para lograr espacios muy iluminados y ventilados en todas las unidades y estancias dentro de los departamentos.
Para Mónica Castellanos, hay dos elementos notables en Hassler: por una parte “la implantación, ya que al estar en una esquina, permite que todas las unidades se abran hacia el paisaje y tengan iluminación natural y ventilación. Lo cual es un súper diferencial de los proyectos de Urban”. Y por la otra, “la volumetría: que en Hassler tiene dos lecturas. La base que sirve de zócalo, donde están ubicados los estacionamientos, y donde uno puede identificar claramente un lenguaje bastante horizontal y la torre donde están los departamentos, que es un elemento vertical”.
“Al darle esa cuadrícula tan modulada a un diseño de líneas rectas, se interpreta y se siente mejor el espacio propio de cada unidad”, comenta la arquitecta.
Ventajas para inversores
Hassler tiene prevista su entrega en marzo de 2023. Y desde que se lanzó el proyecto se vende en pozo. ¿Cuáles son las ventajas de adquirir un departamento de Hassler en esta modalidad?
“En primer lugar la flexibilidad de pagos que ofrece Urban”, asegura Victor Torras, jefe de Ventas de Urban Domus. “Ese es nuestro punto más fuerte –asegura- porque apunta a varios tipos de inversores. Una persona que quiere invertir un departamento con una buena ubicación pero no quiere arriesgar mucho capital, tiene el Plan 20/80. Que le permite aportar solo el 20% del valor del departamento durante la construcción, y el restante 80% contra entrega. Para lo cual puede pedir un crédito hipotecario”.
“Es evidente, que este plan no está pensado solo para inversores, sino para personas que buscan comprar para vivir y no tienen un ahorro previo. Es importante destacar que para comprar una vivienda vamos a necesitar un ahorro de alrededor de un 20% de la misma, ya que el banco solo presta el 80%”.
La segunda ventaja de comprar en pozo un departamento en Hassler viene de la mano del Plan 30-50-20, que permite pagar el 30% al contado, el 50% de forma fraccionada durante la construcción, y el 20% final contra entrega.
“Esto brinda una diferencia de precio al inversor, que ronda entre el 5% y el 8%, en función de los meses o plazos que quedan para que la obra culmine. Porque el cliente accede a un descuento financiero ya que a mayor capital aportando durante la construcción mayor es el descuento que Urban ofrece al cliente. Lo que quiere decir que si comprás con este plan, el departamento sale más barato que si comprás con el Plan 20/80. Y si querés vender tu departamento al momento de la entrega, podés tener un beneficio de entre el 6% y el 10%, asegura Victor Torras.
La tercera ventaja tiene nombre propio: se llama Plan a tu medida porque el inversor es quien marca la pauta de cuánto y cómo quiere pagar durante la obra, “y nosotros vamos a hacer que él tenga una renta por ese capital invertido que en la práctica funciona como descuento al precio final del departamento. A mayor capital y mayor plazo para la culminación de la obra, mayor va a ser el beneficio recibido por el inversor”.
Ventajas a nivel impositivo
La cuarta ventaja es de carácter impositivo. “Ahora con la nueva Ley, un inversor se puede desgravar una vivienda cada 5 años, pero invirtiendo en pozo podés desgravar esa vivienda 3 años seguidos (que es lo máximo que dura una obra). Podés ajustar los pagos que hagas a Urban con tu IRP, imagínate por ejemplo que necesitás comprar algo de USD 30.000 en 2021, entonces podés dar una entrada de USD 30.000 y el año que viene, si necesitás desembolsar otra suma para el IRP, podés invertir esa cantidad en el departamento de manera que te desgrave”, continúa.
Plusvalía y rentabilidad
Comprar en pozo y hacerlo en las primeras etapas del proyecto asegura que el comprador pueda elegir las mejores unidades, pues todas -o casi todas- están disponibles. “Por norma general, los inversores que esperan a que la obra finalice o no alcanzan los mejores departamentos o tienen que comprarlos a un precio mayor, siempre que haya algún propietario que quiera vender, claro”, comenta el jefe de Ventas. Al pagar al contado en pozo, la plusvalía puede llegar a ser de entre un 8% y 14%. Con el Plan 30-50-20 la plusvalía es del 5% al 8% en función de los plazos. “Esto quiere decir que mientras antes compres, mayor será la plusvalía”, finaliza.